Cómo se forma, qué factores lo agravan y cómo combatir el maskné ahora que tenemos que llevar la mascarilla
¿Has oído hablar del maskné? -surge de la palabra mask, mascarilla en inglés, y acné-. Las mascarillas han pasado a formar parte de nuestras vidas nos gusten o no. Pero además de la cuestión estética (llevarlas cambia nuestra imagen), también llevan consigo algunas molestias en la piel.
Una de las afecciones más comunes que provoca el uso prolongado de mascarillas es lo que se ha denominado como maskné: un tipo de acné que aparece o se acentúa a causa del roce y la falta de oxigenación. En este blog os queremos acercar más información acerca de este fenómeno, por qué surge y sobre todo, consejos para prevenirlo o evitarlo. En Elena Sivera sabemos la importancia de tener una piel sana y pensamos que este contenido os puede resultar útil e interesante.
¿Por qué surge el maskné?
Cuando llevamos el rostro cubierto con mascarilla, la humedad y el vapor, así como cualquier secreción de saliva o mucosidad, se acumula en la zona de la boca y la nariz bloqueando el conducto de salida de la secreción sebácea. La presión y la falta de oxigenación provocan que se taponen los poros –como decimos comúnmente– lo que promueve la aparición de comedones y granitos.
Prevención
Para prevenir la aparición del maskné y minimizar sus síntomas, hay que recordar estas tres normas:
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- Escoger un jabón suave. Limpiar es fundamental, antes y después de usar la mascarilla, pero también elegir productos adecuados, respetuosos con los lípidos de la piel.
- Hidratación con texturas ligeras. Es aconsejable utilizar productos que hidraten y refuercen la barrera cutánea, pero mejor en texturas ligeras. Mejor dejar para más adelante aceites y cremas untuosas que resulten demasiado pesadas para la piel. Y se recomienda aplicarse la hidratante 30 minutos antes de ponerse la mascarilla.
- Purificación intensa. Los productos que favorecen la oxigenación ayudan a que la piel respire mejor y le aportan esa dosis de pureza y frescor que está pidiendo.
Maskné: importante conocer nuestra piel
Es importante conocer y tratar de manera específica los factores que pueden empeorar la piel:
- En las pieles de tendencia grasa, el exceso de sebo habitual obstruye los poros todavía más. Este hecho, sumado a la humedad que se genera bajo la mascarilla, facilita la aparición de ciertas bacterias patógenas, como el Cutibacterium acnés. El equilibrio de tu microbiota cutánea se altera y aparece el acné. En estos casos, recomendamos productos con ácido salicílico, un efectivo agente antibacteriano. Utilizar un limpiador diario o tratamiento limpiador profundo una vez a la semana. Su suave acción exfoliante elimina las impurezas y ayuda a difuminar las marcas de acné.
- Es sabido que el estrés puede causar inflamación en la piel, lo que empeora los síntomas de acné, rosácea o dermatitis. Si nos notamos estresados, es altamente aconsejable buscar métodos de relajación que nos ayuden a sobrellevar los cambios que estamos viviendo con la máxima serenidad.
- Las pieles sensibles también tienden a la inflamación, lo que las hace especialmente susceptibles a sufrir maskné. Si la piel es especialmente delicada se necesita fortalecerla y elevar su umbral de tolerancia ante las incomodidades cutáneas. Utilizando productos indicados para pieles sensibles el uso constante de mascarillas no la afectará tanto.
- ¿Te maquillas? La presión de la mascarilla sobre la piel hace que los pigmentos del maquillaje penetren más y puedan obstruir los poros con más facilidad. Si no queremos prescindir de él, nuestro consejo es elegir texturas ligeras, con una cobertura más natural.
Consejos para usar la mascarilla
No acostumbrados a usar la mascarilla, como sí llevan durante años muchos países asiáticos, en muchas ocasiones cometemos errores. Te recordamos cómo debes usarla correctamente. Primero debes prestar especial atención los puntos de presión: puente nasal, barbilla y orejas.
También hay que intentar que el tejido de la mascarilla tenga el menor contacto con la piel de alrededor de la boca. Cuando sea posible, retira la mascarilla cada dos horas para favorecer la oxigenación de la piel. Un truco también es, en un lugar seguro, secar la piel para mantenerla libre de sudor. Si tu mascarilla es lavable, hazlo tras cada uso y cámbiala con frecuencia.
En Elena Sivera llevamos años cuidando de la salud de tu piel, por eso consideramos que esto pequeños tips te pueden resultar muy útiles. Además, si deseas realizarte una limpieza más a fondo en nuestro centro de estética de Dénia te atenderemos con nuestra mejor sonrisa -aunque, debido a la mascarilla no la podrás ver, pero sí sentir-.
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